Antigua caseta del pozo de la finca de Can Amell rehabilitada y reconvertida en un espacio diáfano de 90 m² interiores con paredes recuperadas, hechos de masonería con piedra original en alguna parte y ladrillos de terracota en otras con los que se construyó la caseta en su momento. La estructura del techo es de vigas de madera con tejado inclinado, cubierta de tejas originales. La puerta principal de entrada se ha mantenido el original actualizando ligeramente la cerradura para poder cerrar el espacio. Los cierres exteriores, se han sustituido todos por ventanas de madera similares a las que se instalaban antiguamente pero con las garantías climáticas de hoy en día. La parte más deteriorada del suelo obligó a coloca un pavimento nuevo de estilo rústico con piezas que simulan las baldosas de terracota antiguas.
La sala se ha equipo con iluminación de ambiente neutra y aire acondicionado, aparte de una instalación eléctrica básica y necesaria por la celebración de actas y acontecimientos que requieran de audio y proyecciones varías.
La parte exterior de la caseta del pozo es una zona grande de 100 m² con un pino gigante que la provee de sombra durante una buena parte del día.
El acceso en la sala Bene se mediante unas escalas justo delante de la puerta y por una rampa de acceso que bordeja la construcción y que permite la asistencia de personas con movilidad reducida en el interior de la sala.
Todas las paredes de la caseta del pozo, disponen de guías de rieles metálicos para poder colgar cuadros con rapidez y facilidad.
