La Quadra (ORNIS). Casa centenaria reformada al barrio del Xicago. La Ràpita.



MÁS QUE UN ALOJAMIENTO, UNA EXPERIENCIA

 

Cuando hablamos de “La Quadra”, no nos referimos solo a un alojamiento de uso turístico, como podría ser cualquier otro. La casa centenaria de “La Quadra” ofrece a aquellas personas que tienen el privilegio de disfrutar de ella, toda una experiencia de vida difícilmente comparable a cualquier otra vivencia. Una experiencia que, de forma completamente natural y sin esfuerzo, nos traslada a nuestros orígenes más profundos y a los de nuestros antepasados, lo que todavía le aporta un punto más de melancolía. 

 

Sería fácil pensar que, al final, solo es una casa más de principios del siglo pasado, pero en realidad “La Quadra” tiene el poder de transportarnos a los recuerdos más lejanos de nuestra infancia y de la infancia de nuestros padres, madres, abuelos y abuelas, ya que “La Quadra” está repleta de pequeños detalles que en su conjunto, escenifican una vida pasada que puede revivirse sin tener ni que cerrar los ojos. 

 

MÁS QUE UNA CASA, UN PEQUEÑO MUSEO

 

“La Quadra” es una casa que, gracias a la conservación de techos y paredes en su estado original, tiene la capacidad de explicar muchas historias. Los cuadros y las pinturas también son originales y cuentan con un acondicionamiento integral, propio de una casa de pueblo de principios del siglo pasado. 

 

La vivienda cuenta con:

 

  • 4 habitaciones: dos dobles y dos triples, además de un sofá-cama doble de alta calidad, en la primera planta. 
  • Tres cuartos de baño, uno por planta, con un lavabo en la planta baja y 2 baños con duchas con todas las comodidades en cada planta. 
  • Dos cocinas. Una cuina en la primera planta, a parte de la gran cocina en el comedor de la planta baja. 

 

Mobiliario de todo tipo, como buffets, armarios, camas, mesillas de noche, cajoneras, mesas, sillas, escritorios, secreters, baúles, costureros, lámparas, alfombras, y un conjunto de detalles que evocan otra forma de vivir el día a día. Así también radios antiguas, molinillos de café, planchas de carbón, morteros de mármol, candelabros, cámaras de fotos, máquinas de escribir… y el elemento estrella que nos recuerda que esta casa había sido y así serà por siempre, una cuadra para el ganado: el comedero donde antiguamente comían los animales, ahora reconvertida en pica de un formato muy grande, para lavar bien los platos. 

 

Además de una casa, “La Quadra”, puede considerarse un pequeño museo que muestra una serie de objetos de los cuales se puede disfrutar en cualquier momento mientras dura la estancia, eso sí, poniendo especial cuidado y atención con los objetos más antigüos que, a su vez, también son los más delicados. Elementos todos ellos, que hoy son irreemplazables.

Y SIN RENUNCIAR A TODAS LAS COMODIDADES ACTUALES

Hasta este momento puede parecer que en “La Quadra” todo es antiguo, y es bien cierto. Ahora bien, todo queda integrado dentro de una casa totalmente reformada a finales de 2023, con los materiales nuevos de mayor calidad, pero que a la vez nos evocan tiempos pasados. Y como no puede ser de otra forma, pensados y escogidos para proporcionar las comodidades actuales:

 

  • Colchones de primera calidad.
  • Aire acondicionado en cada habitación y en todas las estancias comunes. 
  • Smart TV de gran formato en todas las habitaciones y en cada una de las estancias. 
  • WIFI con fibra óptica y repetidores de señal en las 3 plantas. 
  • Alarma y cámaras de seguridad en las zonas comunes. 
  • Baños muy amplios con duchas de gran formato. 
  • Electrodomésticos nuevos y de última generación: cocina de inducción, horno, microondas, lavaplatos y lavadora. 
  • Una completísima barbacoa exterior de grandes dimensiones con horno de leña construído in situ.
  • Bicicletas de estilo vintage a plena disposición.
  • Gran cantidad de juegos de mesa.
  • Librería con libros antiguos y modernos. 
  • Aparato tocadiscos de nueva generación, pero caracterizado como antiguo, con una buena colección de discos de vinilo. 

 

“La Quadra” cuenta con una zona reservada, para poder aparcar delante mismo de la puerta principal. 






BARRIO DEL XICAGO, CUNA DE LA RÀPITA 

La Ràpita es bien conocida por su componente turístico, ya que cuenta con grandes atractivos bien insólitos. Es la capital turística de las Terres de l’Ebre, puerta del Delta de l’Ebre, puerto de los Alfacs (la bahía natural más grande de todo el Mediterráneo), y embajadora del mejor pescado y marisco del litoral mediterráneo. 

Cuenta con la Denominación de Origen de los mejores langostinos del mundo que, junto con los mejillones y las ostras con un sabor propio, hacen la delicia de los paladares más exigentes. 

Se encuentra localizada en la falda del Montsià y cuenta con infinidad de restaurantes y casas de comidas que ofrecen una gastronomía reconocida a nivel mundial. 

 

Probablemente todo esto es bien conocido por todo el mundo, pero como no podía ser de otra forma, la Ràpita también tiene secretos bien escondidos, uno de los cuales, sin duda, es el Barrio del Xicago. 

 

Hoy, el Barrio del Xicago es, con toda probabilidad, el lugar con más tranquilidad y solera de la ciudad. Una tranquilidad que aporta paz y una calma muy poco esperable de una población tan turística como es hoy en día la Ràpita. 

 

El Barrio del Xicago ha sabido mantener intacta la esencia de publi y barrio, tan carismática como lo fue en su momento. Tanto es así que desde 2017 es aquí donde se celebra, cada año, en el mes de octubre, la fiesta Orígens. Se trata de una celebración organizada por el Ayuntamiento de la Ràpita, de forma conjunta con todas las asociaciones y grupos vecinales del barrio, y que acoge a miles de personas de todas partes, caracterizadas con vestidos antiguos, propios de principios del siglo pasado. 

 

ORÍGENS

Se trata de una fiesta temática pensada per celebrar y rememorar cómo vivían las personas a principios del siglo XX, especialmente los payeses, los ganaderos, los pescadores y marineros del Barrio del Xicago. Si deseáis más información podéis visitar la web www.viulosorigens.cat

 

Si cerramos los ojos podremos imaginar lo que podía estar pasando un día normal, alrededor del año 1900. Podemos llegar a visualizar unas calles de tierra con algún charco de agua de la lluvia de ayer, que ensucia de fango las alpargatas de payés de los que andaban por allí. Niños y niñas jugando en la calle, y carros de mulos y caballos cruzando de aquí para allá sin parar. Casas con fachadas envejecidas pero, eso sí, bien blanqueadas y con cortinas hechas de redes de pescadores en las puertas de entrada de cada hogar. 

 

Las mujeres acarreaban cestos de mimbre llenos de la ropa recién lavada en el lavadero comunitario de la Horta Vella, que al cabo de un momento estaría tendida secándose al sol, bien colgado en los tendederos de los balcones de las casas. 

Muchos de los que no eran ni marineros ni payeses trabajaban en la calle o en sus casas, en todo tipo de oficios, ahora ya antiguos y prácticamente todos desaparecidos. Y la taberna del Russo, posiblemente era uno de los lugares más importantes de la población, en aquella época. 

 

Todo esto y mucho más, es lo que puede vivirse durante el fin de semana de octubre, cuando el Barrio del Xicago se transforma completamente, para volver a convertirse en el centro neurálgico y de toda la actividad de la población, tal y como ya lo fue en su momento. 




TODO A MENOS DE 1 MINUTO

La ubicacióN de “La Quadra” es totalmente estratégica. Se encuentra a menos de un minuto de los principales lugares del barrio, y cuya visita es vivamente recomendable.

 

Plaza del Coc. Centro neurálgico de la población de la Ràpita y donde se realizan todos los eventos de más trascendencia para la ciudadanía. 

Bar La Pita. De visita imprescindible. Y si además, tenéis la suerte de disfrutar de una horchata o de un granizado 100% natural hecho en casa, nunca más podréis olvidar este establecimiento. Ahora bien, para degustar estas delicias solo podrás hacerlo en temporada primavera/verano. 

Restaurante La Moderna. Todo a base de tapas. Pero no os equivoqueis, está todo de 10.

Restaurante Asmundo. De toda la vida. Se come lo que hay en el menú, elaborado con productos del día. En Asmundo el congelador se usa bien poco.

Taverna Chipi. Precisamente porque se encuentra lo de siempre, su calidad es excelente.

María Espacio Gastronómico. El Bar de Maria es “de toda la vida”, con la terraza probablemente mejor situada de la Ràpita. Ahora, además, los vermuts son exquisitos.

Carnicería López. No os podéis marchar del Barrio del Xicago sin ir a comprar en este establecimiento. Tienen de todo, pero si degustais las butifarras de arroz recién hechas, la experiencia pasa a un nivel superior, imposible de explicar con palabras.

Peixateria Pepo. De la lonja a la pescadería. Pepo lleva toda la vida mercadeando con pescados y mariscos y sabe “un rato largo”. 

Heladería Lumalu. No lleva tantos años en el barrio, pero Germán y su familia elaboran unos helados artesanales de calidad inmejorable. Puede parecer algo exagerado, pero no lo es. Tienen que probarse. 

Supermercado Spar. Supermercado de barrio a menos de un minuto y donde se puede comprar prácticamente de todo sin necesidad de ir en coche. 

Tienda de material de pesca L’Andarin. Se trata de uno de los locales históricos del barrio. Aunque no os guste pescar con caña, si entráis en la tienda, es imposible no acabar aficionándoos. 

Librería Castella. Es una de las librerías históricas de la Ràpita que aún mantiene toda su esencia. Periódicos, revistas, libros, material de oficina y papelería de todo tipo. Vale la pena rebuscar entre els seus estantes un nuevo libro para leer o una revista para hojear. 

 

Farmacia Elvira. En realidad su nombre es Farmàcia Franquet, pero su propietaria, Elvira, y sus hijos todos farmacéuticos, han sido una familia de referencia en la población. Por esta farmacia ha pasado todo el mundo. 

Estanco de Paqui. Un emblema del barrio. Da igual si no os gusta fumar. Hay muchísimos objetos que seguro que acabarán despertando vuestro interés. 

 


Fotos